Cuántas veces hemos tratado de que nuestra ducha tenga una presión más excesiva, con respecto a este problemática debemos de dejar claro que esta presión de la fuerza con la que el agua sale expelida de nuestro grifo y en este caso en específico de nuestra ducha.
Entre las causas de esta problemática muy común podemos nombrar las fugas delas cañerías o de las conexiones de nuestras tuberías, la posible obstrucción de nuestras cañerías por culpa de la antigüedad de las mismas y el uso de cañerías y tuberías de metal, las cuales se oxidan por su pate interna llegando taponarse por sus mismos residuos de la oxidación.
En fin indiferentemente de la causa de esta disminución de la presión de la salida de agua de nuestra ducha, trataremos de solucionar dicho problema dela mejor manera posible, simplemente siguiente los pasos que te indicaremos a continuación. Así que manos a la obra.
Pasos a seguir para aumentar el flujo del agua en nuestra ducha
Entre las recomendaciones más efectivas para lograr aumentar la presión y elevar el flujo de líquido en nuestras duchas tenemos las siguientes, trata de llevarlas a cabo en el orden indicado para lograr una perfecta verificación del problema.
Comprobación exhaustiva de nuestras tuberías
Debemos de revisar de manera concienzuda nuestras tuberías, la principal y más sencilla causa de baja presión es que el diámetro de nuestras tuberías no sea el adecuado (ya sea por taponamiento por culpa de residuos de cal u oxido). O simplemente porque el diámetro interno de nuestras tuberías es demasiado amplio. Recordemos que si bajamos el diámetro de nuestras tuberías el agua que las recorre aumentara de presión debido a la reducción del espacio por donde circula el agua.
Para reemplazarlas necesitaremos de las labores de un experto en fontanería, porque si tratamos de hacerlo nosotros mismos es probable que hagamos más daño que bien. Por lo que la recomendación es entregarle este trabajo a manos expertas. Con esto aseguraremos que recuperaremos la tan deseada presión.
Llevar a cabo una limpieza del grifo de la ducha
La segunda causa más común de perdida de presión en nuestras duchas es que un obstáculo haya quedado atrapado en la salida de agua de la alcachofa de nuestra ducha. Para llevar a cabo esta verificación procederemos a desmontar el grifo de nuestra ducha, este generalmente es de conexión de rosca o de bayoneta (si es de rosca nos ayudaremos con unos alicates).
Cuando hallamos desmontado esta pieza procederemos a su limpieza, ¿Cómo lo haremos?, llenaremos un cubo con una solución de agua y vinagre, en esta solución sumergiremos nuestra ducha por al menos tres horas para lograr la eliminación efectiva de toda la cal acumulada en los orificios de salida del agua y dentro de nuestra ducha, cal que probablemente haya reducido nuestra presión de salida de agua.
Aumentar el flujo de agua gracias a la utilización de un nebulizador de agua
Si no hay averías en nuestras tuberías y nuestra ducha está totalmente limpia es hora de proceder al tercer paso, nos tocara adquirir un nebulizador de agua, este aparato hace que el agua se mezcle con aire y de esta manera el agua pueda salir con muchísima más fuerza o presión.
Este nebulizador es de fácil instalación, simplemente se acopla al grifo logrando de inmediato una elevación en la presión de salida de agua de nuestra ducha y seguramente la factura de agua se verá reducida, ya que está demostrado que los nebulizadores de agua son excelentes ahorradores de nuestro consumo de este vital líquido.