Los productos químicos potencialmente peligrosos se pueden encontrar en todas las habitaciones de su casa. Si no se almacenan o utilizan correctamente, estos productos podrían causar problemas de salud leves o incluso mortales para usted o sus hijos.
¿Qué son estos productos químicos caseros de uso diario? Hagamos un recorrido por las habitaciones de su casa y descubramos cuáles son algunos de estos productos químicos y qué daños a la salud pueden causar.
Tenga en cuenta que la mayoría de los productos de limpieza para el hogar y los pesticidas son razonablemente seguros cuando se usan según las instrucciones, y que el nivel de toxicidad de un producto depende de la dosis del producto utilizado (nunca use más de la cantidad indicada en la etiqueta) y del tiempo de exposición al producto.
En el garaje
Anticongelante. El etilenglicol, el principal ingrediente peligroso del anticongelante, es extremadamente venenoso. Aunque la inhalación de los vapores puede causar mareos, la ingestión de anticongelante causará daños graves al corazón, los riñones y el cerebro. El anticongelante puede ser mortal si se ingiere.
- Consejos de seguridad: Si necesita limpiar el anticongelante – el líquido verde o amarillo brillante que encuentra en su garaje o en la entrada de su casa – asegúrese de usar guantes porque el etilenglicol se absorbe a través de la piel. Además, mantenga a sus mascotas alejadas del anticongelante derramado. Las mascotas se sienten atraídas por el anticongelante debido a su olor dulce, pero lamer o beber el líquido puede matar a su mascota. Una alternativa mucho más segura al etilenglicol es el propilenglicol. Antes de comprar un anticongelante, mire la etiqueta para identificar los productos que contienen la sustancia química menos tóxica, el propilenglicol.
Aceite de motor. El aceite usado o el aceite de motor usado puede estar contaminado con magnesio, cobre, zinc y otros metales pesados depositados desde el motor de su vehículo. El aceite contiene sustancias químicas que pueden causar daño a los nervios y a los riñones y que se sospecha que causan cáncer.
Pintura de látex. A menos que se ingieran en grandes cantidades, las pinturas de látex solubles en agua no son altamente tóxicas. Sin embargo, algunas pinturas de látex emiten formaldehído al secarse. Los altos niveles de formaldehído pueden provocar dolor de cabeza e irritar los ojos, la nariz y la garganta.
Pintura a base de aceite. La pintura a base de aceite contiene disolventes orgánicos que pueden ser irritantes para los ojos y la piel, y pueden causar grietas en la piel. La inhalación de vapores de pintura puede provocar dolores de cabeza, náuseas, mareos y fatiga. La mayoría de estos síntomas desaparecen una vez que usted sale a tomar aire fresco. Sin embargo, la exposición frecuente a estos productos químicos en presencia de una mala circulación de aire puede causar problemas renales, hepáticos y sanguíneos.
- Consejos de seguridad: Al pintar, mantenga las ventanas y puertas completamente abiertas. Coloque un ventilador de caja en una ventana para dirigir el aire y los humos al aire libre. Mantenga el ventilador encendido mientras pinta y por 48 horas después. Mantenga a los niños pequeños alejados de la habitación que se está pintando y de las latas de pintura abiertas.
Baterías. La mayoría de las baterías de celda húmeda que se usan en los automóviles, SUVs y camiones de hoy en día están selladas, por lo que usted no puede estar expuesto al contenido de las baterías, que incluye ácido sulfúrico y plomo. Sin embargo, cuando se activa, la solución electrolítica de la batería produce gases explosivos que pueden encenderse fácilmente.
Las baterías que contienen ácido sulfúrico deben estar etiquetadas. Los vapores de ácido sulfúrico son muy irritantes y el contacto puede causar quemazón y carbonización de la piel, o ceguera si la tiene en los ojos. El plomo es venenoso en todas sus formas y se acumula en nuestros cuerpos y en el medio ambiente.
- Consejos de seguridad: Nunca rompa el sello de las baterías de celda húmeda. Si el sello se rompe accidentalmente, mantenga a los niños y a las mascotas alejados del área hasta que se limpie el ácido de la batería. Lávese las manos después de cualquier contacto con las pilas húmedas.
Líquido limpiador de parabrisas. Los productos químicos comunes en el líquido limpiador de parabrisas son el metanol, el etilenglicol y el isopropanol. Colectivamente, estos productos pueden irritar el revestimiento de su nariz, boca y garganta y pueden causar daño al sistema nervioso, hígado, riñones, corazón y cerebro. La ingestión puede provocar somnolencia, inconsciencia y muerte.
En la lavandería/sala de servicio
Detergentes de lavandería. Estos productos contienen enzimas (como se indica con los nombres “catiónico”, “aniónico” o “no iónico” en la etiqueta) para aflojar las manchas y la suciedad adherida. Los detergentes catiónicos son los más tóxicos cuando se toman internamente. La ingestión puede provocar náuseas, vómitos, shock, convulsiones y coma. Los detergentes “no iónicos” son menos tóxicos, pero pueden irritar la piel y los ojos o aumentar la sensibilidad a otros productos químicos. Se puede desarrollar asma si una persona está expuesta a grandes cantidades de detergente. Los detergentes también son responsables de muchas intoxicaciones domésticas por ingestión accidental.
Limpiadores multiusos. Existen en el mercado numerosos productos de limpieza “polivalentes”. Estos productos suelen contener detergentes, agentes de corte de grasa, disolventes y/o desinfectantes. Los productos químicos específicos en estos ingredientes incluyen amoníaco, acetato de monobutilo de etilenglicol, hipoclorito de sodio y/o fosfato trisódico. Dependiendo de los ingredientes utilizados, los limpiadores de uso general pueden irritar la piel, los ojos, la nariz y la garganta. Pueden ser altamente venenosos tanto para los humanos como para los animales si se ingieren.
- Consejos de seguridad: Cuando trabaje con un limpiador multiuso, siempre use guantes de goma para proteger su piel. Además, asegúrese de que haya una buena circulación de aire en la habitación. Abra varias ventanas o mantenga un ventilador en funcionamiento. Lo más importante es que NUNCA mezcle dos limpiadores de diferentes tipos, especialmente productos que contengan amoníaco y cloro (blanqueador). Esta mezcla puede resultar en la producción de un gas llamado cloramina, que puede causar serios problemas respiratorios y ser potencialmente mortal si se inhala en grandes cantidades.
Blanqueador. El blanqueador doméstico contiene hipoclorito de sodio químico en diferentes concentraciones que van del 0,7 al 5,25 por ciento. Estos porcentajes son la cantidad de producto químico en el líquido; el resto del líquido es principalmente agua. El líquido y los vapores del blanqueador de cloro pueden irritar la piel, los ojos, la nariz y la garganta. La dermatitis puede ser el resultado del contacto directo con la piel. La ingestión puede causar lesiones esofágicas, irritación estomacal y náuseas y vómitos prolongados.
Nunca mezcle blanqueador de cloro con ningún otro producto de limpieza para el hogar y especialmente no con amoníaco. Hacerlo puede resultar en la liberación de diferentes tipos de gases venenosos, lo que puede causar problemas respiratorios muy serios.
Tratamientos para pulgas de mascotas y garrapatas. Muchos de los productos para el tratamiento de pulgas y garrapatas contienen pesticidas que consisten de los químicos imidacloprid, fipronil, piretrinas, permetrina y metoprene. Estos químicos pueden causar dolor de cabeza, mareos, contracciones y náuseas.
- Consejos de seguridad: Cuando use estos productos en su perro o gato, asegúrese de no acariciarlos durante al menos 24 horas. Si los olvida y los acaricia, lávese las manos y la piel inmediatamente con abundante agua y jabón.
Insecticidas. Los insecticidas contienen algunos de los mismos pesticidas que se encuentran en los tratamientos contra las pulgas y garrapatas de las mascotas. Además de la permetrina, otros pesticidas que se encuentran comúnmente en los insecticidas son el diazinón, el propoxur y el clorpirifós. Estos químicos pueden causar dolor de cabeza, mareos, contracciones y náuseas.
- Consejos de seguridad: Cuando use un insecticida en el hogar, asegúrese de que no entre en contacto con alimentos o sustancias que entren en contacto con los alimentos, como toallas de cocina, platos, cubiertos o encimeras.
En la cocina
Detergentes lavavajillas. El ingrediente principal de los detergentes para lavavajillas automáticos y manuales es el fosfato. Se sabe que los detergentes lavaplatos automáticos producen irritaciones o quemaduras en la piel y pueden ser tóxicos si se ingieren. Los detergentes lavavajillas a mano son más suaves que los detergentes lavavajillas automáticos. Si se ingieren, pueden causar irritación en la boca y la garganta, náuseas, pero no son mortales si se ingieren.
Limpiadores de hornos. El ingrediente básico de los limpiadores para hornos es la lejía (que consiste en hidróxido de sodio o hidróxido de potasio). La lejía es extremadamente corrosiva y puede quemar la piel y los ojos. Puede causar daños graves en los tejidos y puede ser mortal si se ingiere.
- Consejos de seguridad: Cuando trabaje con limpiadores de hornos, siempre use un delantal, guantes y gafas de seguridad. No respire los vapores. Asegúrese de que el área de trabajo esté bien ventilada. El mejor consejo: Existen limpiadores para hornos no tóxicos sin lejía. Mire la etiqueta y seleccione un producto que no contenga lejía.
Limpiador antibacteriano. Los limpiadores antibacterianos generalmente contienen agua, una fragancia, un surfactante (para romper la suciedad) y un pesticida. Los pesticidas comúnmente usados en los limpiadores antibacterianos son el amonio cuaternario o los productos químicos fenólicos. Los limpiadores antibacterianos pueden irritar sus ojos y quemar su piel y garganta.
- Consejos de seguridad: Para ayudar a proteger su piel cuando use estos limpiadores, use guantes de látex para lavar platos. Si tiene algo en el limpiador en la piel o en los ojos, lávese inmediatamente.
Limpiador de ventanas y cristales. Los ingredientes básicos de los limpiadores de ventanas y cristales son el amoníaco y el isopropanol. Estos productos pueden irritar los ojos, la piel, la nariz y la garganta. Si se ingieren, pueden causar somnolencia, pérdida del conocimiento o la muerte.
- Consejos de seguridad: Siempre use guantes para usar estos productos y úselos en un área bien ventilada.
Trampas de cebo para hormigas, cucarachas, grillos y otros insectos. Los insecticidas que se encuentran comúnmente en los cebos para insectos incluyen abarmectina, propoxur, triclorfón, sulfluramida, clorpirifós y ácido bórico. Debido a que la mayoría de los cebos de insectos están encerrados en contenedores, es poco probable que usted entre en contacto con los pesticidas dentro de ellos. Si lo hace, lávese las manos con abundante agua y jabón.
En el baño
Limpiadores de taza de inodoro. Los limpiadores para inodoros contienen los químicos hipoclorito de sodio o ácido clorhídrico, o blanqueador. La mayoría de los limpiadores desinfectantes son muy irritantes para sus ojos y piel y le quemarán la garganta.
Nunca mezcle un limpiador de taza de inodoro con ningún otro producto para el hogar o de limpieza. Hacerlo puede resultar en la liberación de gases venenosos y puede causar problemas respiratorios muy serios.
- Consejos de seguridad: Cuando limpie los baños, asegúrese siempre de que la habitación esté bien ventilada. Deje la puerta abierta y use el ventilador de escape, si tiene uno. Use guantes de látex para lavar platos para ayudar a proteger su piel de salpicaduras cuando use limpiadores para inodoros. Si se salpica un poco en la piel, lávese inmediatamente.
Eliminadores de moho y hongos. El cloro y los cloruros de alquilamonio son los productos químicos fungicidas más comunes que se encuentran en los eliminadores de moho y hongos. Los limpiadores con removedores de moho y moho pueden causar problemas respiratorios y si se ingieren, pueden quemar su garganta.
- Consejos de seguridad: Use guantes de látex para lavaplatos para ayudar a proteger su piel cuando use estos productos. Si tiene algo en la piel, lávese inmediatamente.
Limpiadores de desagüe. La lejía y el ácido sulfúrico son los principales ingredientes utilizados para destapar los desagües. La lejía puede causar quemaduras en la piel y los ojos y, si se ingiere, puede dañar el esófago y el estómago. El ácido sulfúrico puede irritar la piel y los ojos y puede dañar los riñones, el hígado y el tracto digestivo. Estos químicos producen vapores peligrosos, pueden causar quemaduras en la piel y pueden causar ceguera si entran en contacto con los ojos. Los limpiadores de drenaje pueden ser fatales si se ingieren.
- Consejos de seguridad: Utilice siempre guantes de protección y gafas protectoras cuando utilice estos productos. Además, asegúrese de que haya una buena circulación de aire en la habitación cuando se utilicen estos limpiadores.
En la sala de estar
Limpiadores de alfombras, alfombras y tapicería. Estos productos de limpieza pueden contener percloroetileno (utilizado en la limpieza en seco), naftalina e hidróxido de amonio. Los vapores emitidos por estos productos pueden causar cáncer y daño hepático y se sabe que causan mareos, somnolencia, náuseas, pérdida del apetito y desorientación.
- Consejos de seguridad: Use estos productos en áreas bien ventiladas y trate de no respirar los vapores.
Abrillantador de muebles. Los limpiadores de muebles de madera pueden contener destilados de petróleo y aceite de cedro. El abrillantador de muebles contiene típicamente una o más de las siguientes sustancias: amoníaco, nafta, nitrobenceno, destilados de petróleo y fenol. Estos químicos pueden irritar la piel, los ojos, la garganta, los pulmones y la tráquea. Si se ingiere, el abrillantador para muebles puede causar náuseas y vómitos; se debe buscar ayuda médica.
Ambientadores. Los ambientadores contienen formaldehído, destilados de petróleo, p-diclorobenceno y propulsores en aerosol. Se cree que estas sustancias químicas causan cáncer y daño cerebral. También son irritantes fuertes para los ojos, la piel y la garganta. Estos ingredientes suelen ser altamente inflamables. Además, los ambientadores sólidos generalmente causan la muerte si son consumidos por personas o mascotas.
- Consejos de seguridad: No rocíe ambientadores alrededor de una llama abierta. Úselos sólo en áreas bien ventiladas. El bicarbonato de sodio, que no es tóxico, puede ser usado como una alternativa al ambientador.
Nebulizadores domésticos. Al igual que los insecticidas y los productos contra pulgas y garrapatas de mascotas, los nebulizadores domésticos o “bombas de insectos” contienen muchos de los mismos pesticidas químicos, como las piretrinas, la permetrina y el metopropeno. La exposición a estos productos químicos puede causar ardor en los ojos o en la piel o puede causar problemas respiratorios. El contenido de los nebulizadores puede ser inflamable.
- Consejos de seguridad: El uso adecuado de los nebulizadores requiere que todas las ventanas y puertas de la habitación específica o de toda la casa estén cerradas. Por lo tanto, todas las personas y mascotas necesitan salir de la casa – incluso si la habitación específica que está siendo “bombardeada” está cerrada. El gas emitido por estos nebulizadores se filtrará por debajo de las puertas y a través de las rejillas de ventilación. Los juguetes, alimentos, platos, tazas, cubiertos y utensilios de cocina no deben dejarse fuera en ningún lugar. Después de terminar el nebulizador, limpie todas las mesas y mostradores antes de usarlos. La casa o habitación también debe ser ventilada. Encienda el aire acondicionado o abra las ventanas. Use ventiladores para ayudar a ventilar la casa.
En el dormitorio
Bolas de naftalina. Los pesticidas en las bolas de naftalina son químicos conocidos como naftalina y p-diclorobenceno. Respirar los vapores de las bolas de naftalina puede causar dolores de cabeza y mareos y puede irritar la piel, los ojos y la garganta. La exposición prolongada a los vapores puede provocar la formación de cataratas y daño hepático.
En el patio trasero, piscina y cobertizo de jardín
Tabletas de cloruro de piscina. Los desinfectantes que contienen cloro para su uso en piscinas son los productos químicos calcio e hipoclorito de sodio. Estos productos químicos son los mismos pero en una concentración más alta que los que se encuentran en otros limpiadores desinfectantes domésticos, ya que se diluyen en una cantidad muy grande de agua. El contacto con estos productos químicos antes de que se diluyan causa problemas respiratorios y una sensación de ardor en los ojos y la piel. Si se ingieren, los químicos pueden quemar la garganta y podrían ser fatales.
Algicidas para la piscina. Los productos químicos en los algicidas para piscinas comúnmente incluyen cloruros de alquilamonio. Estos químicos pueden causar problemas respiratorios. Si se ingieren, pueden quemar la garganta.
Repelentes de insectos. Los pesticidas que se encuentran comúnmente en los repelentes son las piretrinas y un químico más comúnmente conocido como DEET. Los productos químicos en los repelentes pueden causar una sensación de ardor en los ojos, la piel y la garganta. Los químicos también pueden causar ansiedad, cambios de comportamiento, confusión mental y pérdida de coordinación.
- Consejos de seguridad: Si la etiqueta dice que puede aplicar el repelente a la piel o a la ropa, aplíquelo sólo a su ropa. Funcionará igual de bien. Mantenga los repelentes lejos de los ojos y la boca y lejos de cualquier corte en la piel. No te rocíes el repelente en la cara. Cuando entre a la casa, tome un baño para quitarse los químicos y lavar su ropa.
Asesinos de hierba. Los pesticidas comunes en los herbicidas son el dicuat, el 2,4-D y el glifosato. Algunos herbicidas pueden irritar los ojos y la piel. Algunos de estos productos químicos pueden ser muy dañinos si se ingieren o inhalan o si entran grandes cantidades en la piel y no se lavan inmediatamente.
Cebos para el control de roedores. El pesticida que se encuentra comúnmente en los cebos se conoce como warfarina. Esta sustancia química causa sangrado interno si se ingiere en grandes cantidades.